Cómo prevenir la hepatitis y mantener un hígado saludable
En este artículo, exploraremos medidas clave para prevenir la hepatitis, protegiendo así la salud del hígado y promoviendo una vida más saludable.
La hepatitis no es una enfermedad que deba tomarse a la ligera. Se trata de un padecimiento viral que afecta al hígado y que puede tener complicaciones muy riesgosas, incluso la muerte. Sin embargo, existe una muy buena noticia, la mayoría de los casos se pueden prevenir. En este artículo, te proporcionaremos información esencial, desde la importancia de la vacunación hasta las medidas de higiene y los estilos de vida saludables que pueden ayudarte a proteger tu organismo.
La hepatitis es la inflamación del hígado. Sus causas pueden ser infecciosas como en las hepatitis virales, o no infecciosas, que tienen que ver con el consumo excesivo de alcohol, obesidad, enfermedades autoinmunes, por el consumo de fármacos, reacciones alérgicas, entre otras.
Hay varios tipos de hepatitis los cuales se adquieren por diversas causas como:
• Hepatitis virales. Es causada por varios tipos de virus de la hepatitis A, B, C, D y E.
En el caso de la hepatitis A y E, se transmiten a través del contacto con alimentos o agua contaminada con las heces de una persona infectada. La hepatitis E también se puede contraer al comer carne de cerdo, ciervo o mariscos poco cocidos.
Por otro lado, las hepatitis B, C y D se transmiten a través del contacto con la sangre de una persona con la enfermedad. Los virus B y D también se pueden propagar a través del contacto con otros fluidos corporales, de igual manera, compartir agujas o tener relaciones sexuales sin protección, son una fuente muy riesgosa de infección.
• Hepatitis alcohólica. Es causada por el consumo excesivo de alcohol y sus complicaciones pueden causar enfermedades irreversibles como la cirrosis.
• Hepatitis tóxica. Esta enfermedad es causada por diferentes sustancias, como ciertos venenos, productos químicos, medicamentos o suplementos.
• Hepatitis autoinmune. Este es un tipo crónico, en el que el propio sistema inmunológico ataca al hígado. Se desconoce la causa exacta de este tipo, pero los especialistas consideran que la genética y el entorno pueden influir.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, las infecciones de hepatitis, en conjunto, producen 1.4 millones de muertes al año a nivel mundial, aproximadamente, de las cuales el 47% se deben a hepatitis B, 48% a la hepatitis C y el resto a las hepatitis A y E.
De acuerdo con el Sistema Único Automatizado para la Vigilancia Epidemiológica, SUAVE, en México la incidencia promedio de hepatitis C es de 1.7 casos por cada 100 mil habitantes, con incremento para los años 2019 y 2021.
De igual manera, durante el periodo 2012 – 2021 se observó una incidencia más alta en los hombres y con respecto a la edad, este estudió arrojó que la hepatitis C se incrementa a partir de los 45 años, siendo mayor en el grupo de 60 a 64 años.
En el caso de la hepatitis B, en los últimos años se observó mayor incidencia en los grupos de 45 a 49 y de 50 a 59 años.
Los síntomas de la hepatitis pueden variar según el tipo y la gravedad de la infección. Algunos síntomas comunes incluyen fatiga, dolor abdominal, pérdida de apetito, náuseas, orina oscura y heces claras. Sin embargo, en muchos casos, la hepatitis puede ser asintomática, lo que dificulta su detección temprana.
Algunos factores aumentan el riesgo de contraer hepatitis. Estos incluyen:
Una de las formas más efectivas de prevenir esta enfermedad es mediante la vacunación. Existen vacunas seguras y efectivas disponibles para la hepatitis A y B. Es importante asegurarse de que estás al día con tus vacunas. Consulta a tu médico para determinar si necesitas recibir alguna vacuna y cuál es el calendario de vacunación recomendado.
Además de la vacunación, existen medidas básicas de higiene que pueden ayudar a prevenir la propagación de la hepatitis. Lávate las manos con frecuencia, especialmente antes de comer y después de usar el baño. Evita el contacto directo con la sangre y los fluidos corporales de otras personas. No compartas agujas, jeringas, cepillos de dientes o cualquier otro objeto que pueda estar contaminado. Si te haces un tatuaje, asegúrate de que el establecimiento utilice equipos esterilizados y cumpla con las normas de seguridad adecuadas.
Si trabajas en labores de alto riesgo, como en instituciones de salud, en establecimientos de belleza, tatuajes, entre otras, o si tienes varias parejas sexuales, te han hecho transfusiones de sangre o tienes sospecha de haber estado en una situación de riesgo, es recomendable que te practiques pruebas diagnósticas de manera periódica. En Mediclar Laboratorios tenemos las pruebas indicadas, practicadas por personal confiable y con altos estándares de seguridad y calidad.
Adoptar hábitos de vida saludables es esencial para proteger tu hígado y prevenir la hepatitis. Evita el consumo excesivo de alcohol, ya que el abuso prolongado puede dañar seriamente este órgano. Mantén una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras y granos enteros. Evita el consumo de alimentos crudos o mal cocidos, especialmente mariscos y carnes. Recuerda practicar sexo seguro y utilizar siempre condones para reducir el riesgo de Enfermedades de Transmisión Sexual, ETS.
Si trabajas en el ámbito de la salud, seguridad o belleza, asegúrate de seguir las medidas de prevención recomendadas, como utilizar equipo de protección personal, evitar el contacto con sangre u otros fluidos corporales, así como esterilizar instrumental y equipos especiales que pueden ocasionar cortes.
En resumen, la prevención de la hepatitis es fundamental para mantener una buena salud hepática. Asegúrate de recibir las vacunas apropiadas, mantener una buena higiene y adoptar un estilo de vida saludable son pasos importantes en la prevención de esta enfermedad. Además, es esencial que te realices pruebas periódicas para detectar cualquier infección hepática en etapas tempranas. Si tienes dudas o necesitas más información, consulta a un médico o especialista en enfermedades infecciosas.