Descifrando la tendencia sin gluten: causas, mitos y alternativas

La dieta sin gluten se ha convertido en una de las dietas más populares, extendida entre la población general.

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Los alimentos libres de gluten o comercialmente conocidos por su traducción a inglés “gluten free”, se convirtieron en una tendencia que va más allá de simples preferencias gastronómicas. La elección de consumir productos sin gluten responde a diversas motivaciones, desde necesidades médicas como la enfermedad celíaca hasta la búsqueda activa de un estilo de vida saludable. 

Enfermedad celíaca: más allá de una alergia

En los últimos años, la dieta sin gluten se ha convertido en una de las dietas más populares, extendida entre la población general (sin enfermedad celíaca). En este contexto, es esencial explorar a fondo la complejidad de la enfermedad celíaca, entendiendo sus raíces inmunológicas y cómo impacta en la absorción de nutrientes en el intestino delgado.

La enfermedad celíaca, también conocida como alergia al gluten, se manifiesta cuando el sistema inmunológico reacciona contra el gluten, una glicoproteína presente en trigo, cebada, centeno y avena. Esta respuesta inmunológica compleja desencadena un trastorno en el intestino delgado, generando intolerancia permanente.

En contraste, las personas con sensibilidad al gluten experimentan síntomas similares a los celíacos, pero sin causar daño al intestino delgado. El síndrome de intestino irritable es un trastorno crónico del intestino, en el que los pacientes tienen diarrea, estreñimiento, dolor o gases.

El gluten, presente en cereales como trigo, cebada, centeno y avena, desempeña un papel fundamental en la creación culinaria. Su condición de glicoproteína lo convierte en agente gelificante, emulgente y estructurador, aportando esa apreciada consistencia elástica a masas, panes y pasteles.

Una dieta totalmente libre de gluten es, en la mayoría de los casos es incompleta en cuanto a las necesidades de hierro, fibra, ácido fólico, niacina, riboflavina y tiamina. También puede haber carencia en minerales como el calcio, el hierro, el zinc y  el magnesio.

Por este motivo, las personas que sigan una dieta sin gluten, deberán acudir a un nutricionista para que con otros alimentos, o bien con suplementos, corrijan estas carencias. La mayoría de los alimentos que sustituyen al pan o productos con harinas hechos con trigo, incluyen grasas de poca calidad nutricional. Como hemos dicho al principio, el gluten sirve para que las masas sean más elásticas y se trabajen mejor. Cuando el gluten no está, ese mismo efecto se logra con grasas saturadas que, con mucha frecuencia, son poco sanas.

Las personas que no toman gluten generalmente comen, de promedio, menos fibra, más grasas y más sal. Algunos estudios relacionan la dieta sin gluten con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares como angina o infarto, aunque no hay datos definitivos sobre esto.

Dieta sin gluten: ¿una moda pasajera o una necesidad real?

La adopción de una dieta sin gluten no implica renunciar a la variedad y sabor en la alimentación. Entre las alternativas libres de gluten se encuentran maíz, arroz, amaranto, quínoa, papa, verduras, frutas, frutos secos, lácteos, carnes, pescados, huevos y aceites. La diversidad de opciones permite la creación de deliciosos platillos, adaptando la dieta de manera equilibrada y satisfactoria para aquellos con necesidades relacionadas al gluten.

La incorporación de frutas, verduras y proteínas magras contribuye a la salud y bienestar general, asegurando que la dieta sin gluten no sea solo una elección necesaria sino también una oportunidad para explorar nuevas y alternativas alimenticias saludables.

Recomendaciones para una dieta sin gluten segura y saludable

  • Consulta a un profesional de la salud: Un nutricionista o dietista puede ayudarte a crear un plan de alimentación sin gluten que sea nutritivo y adecuado a tus necesidades individuales.
  • Lee las etiquetas cuidadosamente: Asegúrate de elegir productos que estén claramente etiquetados como "sin gluten" para evitar la contaminación cruzada.
  • Varía tu dieta: Explora la amplia gama de alimentos sin gluten disponibles para crear comidas deliciosas y nutritivas.
  • Suplementación: En algunos casos, puede ser necesario tomar suplementos para prevenir deficiencias nutricionales.
  • No tengas miedo de preguntar: Si tienes dudas o inquietudes sobre tu dieta sin gluten, no dudes en consultar a tu médico o nutricionista.

A pesar de la creciente tendencia de optar por alimentos sin gluten en busca de una dieta más saludable, los profesionales de la salud advierten contra la exclusión del gluten sin un diagnóstico previo. La creencia errónea de que una dieta sin gluten garantiza automáticamente una alimentación más saludable puede conducir a decisiones mal informadas.

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LN Patricia López
Nutrición
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