Entendiendo los signos vitales
Explora el lenguaje de la salud y conoce el significado detrás de cada latido, respiración y más en nuestro artículo.
Año nuevo, vida nueva y para iniciar este 2024, es esencial comprender los signos vitales, los pilares de nuestra salud. Descubre por qué son tan cruciales y cómo estar alerta ante cambios inusuales en tu bienestar. Este artículo te guiará en la comprensión de las constantes vitales para que puedas comenzar el año con conocimientos sólidos sobre tu propio cuerpo y su funcionamiento.
Los signos vitales son: Frecuencia respiratoria, frecuencia cardiaca, presión arterial, temperatura y por último el “quinto signo vital”, que ha sido de gran utilidad e importancia sobre todo después de la pandemia por Sars-Cov2: la saturación de oxígeno, que como tal no se considera aún dentro de los signos vitales, pero ya se ha vuelto muy cotidiana la toma de esta constante en todos los lugares de atención médica.
Esta constante vital nos ayuda a determinar la cantidad de respiraciones por minuto; puede aumentar al realizar actividades físicas o al estar padeciendo alguna afección médica como infecciones respiratorias, por lo regular su disminución se debe a problemas cardiacos o abuso de sustancias; los valores normales, en adultos van de 14 a 18 respiraciones por minuto. Es importante no tener alguna molestia o dificultad al respirar.
Consiste en la medición de las veces que el corazón late por minuto, al igual que la frecuencia respiratoria, puede aumentar de forma normal, al realizar actividades físicas o al estar bajo ciertas condiciones de estrés y por el contrario, tiende a disminuir al estar relajado. Los valores normales en personas adultas sanas, son de 60 a 100 latidos por minuto. Los deportistas o atletas de alto rendimiento pueden presentar frecuencias cardiacas de 40 latidos por minuto, sin presentar algún problema. Es importante que al estar relajado no distingas algún tipo de aumento anormal, ya que esto podría ser un indicativo de problemas cardiacos.
La presión arterial es el resultado de la fuerza que realiza la sangre contra las arterias, mientras el corazón realiza sus funciones de contracción y relajación; las cifras de la presión arterial se dividen en sistólica y diastólica; la primera consiste en la “contracción” del corazón y la segunda en la “relajación”. Los valores normales van de 120 mmHg en la presión arterial sistólica y de 80 mmHg en la presión arterial diastólica, estos valores pueden variar, pero siempre es importante tomar como punto de referencia los mencionados anteriormente.
El aumento de la presión arterial puede deberse a realizar actividad física, a estar en situaciones de estrés, presentar algún problema cardiaco, o al uso inadecuado de sustancias, mientras que su disminución es causada principalmente por deshidratación o por tener algún sangrado activo, es importante mencionar que hay un número de personas que manejan cifras de presión arterial bajas por lo regular, esto no implica algún problema siempre y cuando no haya ningún otro síntoma como dolor de cabeza, náuseas y/o mareos.
Puede medirse en distintas zonas del cuerpo, como en la axila, en el recto, en el oído, en la boca o en la piel, éstos últimos siendo los más utilizados actualmente. Los termómetros infrarrojos tuvieron un aumento en su uso derivado de la pandemia, es importante siempre que se utiliza un termómetro infrarrojo tomar en cuenta que el punto donde hay menos variación de resultados es en la frente. Los valores normales van de 36 grados celsius a 37, se considera que una persona presenta fiebre al tener una temperatura igual o mayor a 38°c o por el contrario que presenta hipotermia al tener una temperatura de 35°c o menor. Su incremento es por varios factores, principalmente por presentar procesos infecciosos o inflamatorios, mientras que la disminución se debe principalmente a hipotiroidismo, enfermedades autoinmunes como la artritis grave o lesiones de la médula espinal.
Como tal la saturación de oxígeno consiste en medir la cantidad de oxígeno que transportan los glóbulos rojos (células que conforman la mayor parte de la sangre), el método por el que se mide es denominado oximetría de pulso, estos valores pueden variar dependiendo de la altura sobre el nivel del mar, sin embargo las cifras normales por lo regular son de 95% a 100%, una cifra menor es una señal de que el corazón o los pulmones no están funcionando correctamente.
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Comprender los signos vitales no solo es esencial para interpretar las señales que nuestro cuerpo nos envía, sino que también se convierte en la clave para un monitoreo efectivo de nuestra salud. Al conocer y entender estos indicadores, tenemos el poder de tomar decisiones informadas que impactan positivamente en nuestra calidad de vida. Espero que esta información general te sea de utilidad, sin embargo, es importante recalcar que siempre hay que estar en contacto estrecho con tu médico de confianza y al detectar cualquier anomalía acudir oportunamente a consulta, así como realizarse exámenes médicos generales mínimo una vez al año.
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