Seguridad y Autoestima: el camino a la libertad del “¿qué dirán?”
En este artículo, descubrirás cómo la seguridad y la autoestima se entrelazan, brindándote herramientas para fortalecer ambas y vivir una vida plena y confiada.
Hablemos primeramente de la diferencia que existe entre estos términos, que aunque son parecidos no son lo mismo. Podemos encontrar a alguien con excelente seguridad pero bajo nivel de autoestima y en contraparte, quien tenga buena autoestima será seguro de sí mismo y fluirá adecuadamente en la vida y sus relaciones interpersonales.
A continuación se menciona el concepto para diferenciar a ambos:
Tener seguridad significa no mostrar dudas, ser firme y decidido en la forma de proceder y de actuar. Tener autoestima significa (como bien indica la propia palabra) sentir estima por uno mismo, apreciarse, sentir amor por uno mismo.
Cuando alguien tiene buen nivel de autoestima se refleja en su trato hacia los demás, pues si se quiere a sí misma no tendrá dificultad en aceptar y querer a quienes le rodean, así mismo suele ser tolerante y respetuoso con los demás, tratándoles de manera justa y equitativa. Una buena autoestima nos hace estar más alegres y de buen humor, como resultado tendremos una mejor manera de relacionarnos en el ámbito donde solemos pasar más tiempo.
El contexto que nos rodea es un factor protector o de riesgo para que podamos desarrollar una buena autoestima y seguridad. Recuerda tu infancia por un momento, seguramente hubo algún momento en el que tus papás te reprendieron con gritos, castigos o algún otro tipo de regaño…y en esa ocasión te sentiste mal, creíste todas esas palabras que te dijeron, haciéndote sentir inseguro, tonto, débil, etc. Por otro lado tenemos el panorama de las veces que papá y mamá nos daban palabras de aliento, nos mostraban su afecto y eso generaba en nosotros una sensación de seguridad y ser amados. Como puedes observar ambas situaciones se viven desde la infancia, pero la que se presente con mayor frecuencia e intensidad será la que nos prepare para la formación de una autoestima sana o deficiente, y lo mismo con la seguridad.
Ahora al ser adultos, nos corresponde a nosotros ser responsables del nivel de autoestima que fomentemos y la seguridad que queremos tener y reflejar. Te dejo algunas recomendaciones para fortalecerlas:
Una práctica que ayuda bastante a nuestro bienestar es tener gente de calidad a nuestro alrededor, a veces hay amistades o familiares que en realidad no nos fortalecen y por tanto afectan nuestra seguridad. Si contamos con personas con valores, intereses y creencias congruentes a las nuestras facilitará nuestra autoestima, pues personas así siempre nos ayudan a ser mejores personas y buscar nuevos aprendizajes, además de funcionar como nuestras redes de apoyo.
Al tener mayor seguridad y autoestima reflejamos una personalidad fuerte, confiada y relajada; que genera un efecto positivo en las personas. Una personalidad con estas habilidades suele ser socialmente aceptable, y en muchas profesiones u oficios es incluso un requisito de empleo.
En la vida cotidiana una buena autoestima y seguridad nos ayuda a ser más sociables e incluso tener hábitos más saludables, ya que una persona con autoestima baja es más propensa a caer en excesos, ya sean alimenticios, alcoholismo, ludopatías, streaming, redes sociales, entre otras. Si se cae en esto prácticamente iniciamos un círculo vicioso del cual es difícil salir y nos llevará fácilmente a que la seguridad baje e incluso caigamos en un estado depresivo.
Como puedes observar, llegar y mantener a un buen nivel de autoestima requiere esfuerzo desde la disciplina y constancia; así como ser mas reflexivos, aceptar la crítica y aprender a autoevaluarse; si logramos llegar a este punto vendrá en conjunto una seguridad mayor, con lo que nos sentiremos plenos y satisfechos con nosotros mismos, sin apegos, sin dependencias y sin carencias afectivas.
Recuerda que cada uno de nosotros somos los únicos responsables de nuestras emociones, pensamientos y actitudes; todo ello afecta nuestro comportamiento y manera de relacionarnos. A mayor seguridad y autoestima menor será nuestra necesidad de ser aceptados y queridos por otras personas. Porque será suficiente con nuestro amor propio, con el valor que nos otorgamos y el respeto hacia nosotros mismos.