Sobre la empatía y cómo serlo
Conoce la gran importancia de la empatía en este artículo y aprende cómo cultivarla en tu vida diaria.
¿Sabías que 1 de cada 10 personas tiene rasgos de personalidad psicopática? Esto quiere decir que muchos tenemos la probabilidad de tener eventos que detonen esos rasgos, los cuales se comienzan a hacer notables desde los 4 años. Es importante reconocer estos rasgos de apatía en comportamientos que podemos llegar a normalizar. Por ejemplo los niños que suelen jugar bruscamente e incluso llegan a dañar, cuando no muestran arrepentimiento ni compasión; también los podemos observar en acciones más violentas como dañar a sus mascotas o molestar constantemente a otros niños y lo correcto es que no lo justifiquemos con la frase “solo son niños, están jugando”, sino que le demos la importancia que merece dicho comportamiento.
La empatía es uno de los principales valores con los que funciona una sociedad, ya que al mostrar interés en las demás personas nos ayuda a ser más hábiles socialmente, mientras más atención tengamos con la gente que nos rodea seremos más aceptados y por ende se pueden generar vínculos afectivos más cercanos.
Recuerda alguna vez en que necesitabas sentirte escuchado y alguien realmente lo hizo con atención y dedicando ese tiempo solo para ti, sin estar viendo su celular o realizando alguna otra actividad, ese tiempo de calidad y escucha activa ayuda bastante. Pues nos da la sensación de ser importantes y que contamos con esa red de apoyo que en su momento necesitamos.
De esa forma podemos favorecer la empatía, observando y poniendo atención en los temas de interés de quienes nos rodean, preguntándoles sobre su día, acerca de su familia, de sus gustos. Por ejemplo si su mascota se encuentra enferma puedes preguntarle sobre su recuperación para que se sienta apoyado y tomado en cuenta. También puedes hacer pequeños detalles como regalar dulces, contar de vez en cuando chistes, preparar algo de comida o postre y llevar a tus compañeros de trabajo o familia y sobre todo el otorgar tiempo de calidad, aunque sea poca la cantidad, ya que el tiempo es de lo más valioso en la vida.
Ser empático puede ser un don natural en algunas personas y a otras les es más difícil, principalmente hay que saber escuchar, ser observador y poner atención a los detalles. Un claro ejemplo es tener en cuenta la fecha de cumpleaños y felicitar a esa persona en su día o si es un amigo o familiar que pocas veces frecuentas puedes mantenerte más al pendiente por medio de mensajes o videollamadas.
Seguramente has escuchado frases como que ser empático es “ponerte en los zapatos del otro”, sin embargo va más allá, porque no te puedes poner en sus zapatos, solamente puedes intentar entender cómo se siente o encontrar alguna manera de ayudarle. Ya que cada persona vive la situación a su manera, con los recursos que cuenta; y aunque tú hayas vivido algo similar no es lo mismo, pues el contexto y nuestra personalidad puede modificar todo.
Recordemos también que hay situaciones difíciles con las que no todos sabemos cómo reaccionar, hay momentos que no sabemos qué decirle a la persona para calmar un poco su malestar, lo que sí podemos hacer es permanecer a su lado, sea presencialmente o a la distancia, pero que sepan que estamos ahí para cubrir sus necesidades afectivas y que si requieren compañía estaremos a su disposición.
Puedes hacer una autoevaluación de experiencias que has vivido y si identificas que te falta desarrollar más la habilidad social de la empatía no te preocupes porque la puedes aprender o fortalecer; solo necesitas la disposición y la buena actitud para lograrlo.
Ten en cuenta que existen profesionales de la salud que te pueden orientar en ese proceso de cambio que requieres.
