Esta prueba ayuda a vigilar el tratamiento en personas con ciertos tipos de cáncer, especialmente de colon y recto, próstata, ovario, pulmón, tiroides o hígado. Ayuda a averiguar si el cáncer se ha diseminado. También ayuda a averiguar si el cáncer ha reaparecido después del tratamiento. Pueden encontrarse valores anormales en afecciones que no tienen que ver con el cáncer como cirrosis, enfermedades de los senos no cancerosas y enfisema.
No se requieren condiciones especiales. El tabaquismo puede interferir en los valores de esta prueba.